lunes, 9 de julio de 2012

Minuto de Oración


Foto: MINUTO DE ORACIÓN

Me encuentro en la presencia del Señor, envuelto en su amor. Él quiere darse del todo a mí. Yo quiero entregarme del todo a Él. Voy a contemplar el amor que Él me tiene y el amor que yo he de tenerle. Estoy delante de Él recibiendo beneficios y devolviéndole amor por amor. Me rodean los ángeles que interceden y me ayudan a devolver amor por amor. 
Mi mirada se dirige el corazón de Dios y a mi propio corazón. Dios - yo - relación amorosa. Estos dos amores van a ser objeto de esta larga contemplación que prácticamente va a llegar hasta el fina de los Ejercicios. 
Señor, concédeme conocimiento interno de tanto bien que he recibido; que pretende hondo en la multitud de cuanto he recibido y en su valor. Tus beneficios me animan a considerar la grandeza de tu amor. Quiero ser agradecido. Quiero corresponder; y amarte con caridad perfecta; no solo con el sentimiento, también y sobre todo con obras de apostolado, de difusión del Evangelio.
Mi oración se eleva a Ti, Dios mío, con todo el fervor. He de ser agradecido. Gracias. He de corresponder a tu amor; ayúdame. A través de todos los Ejercicios veo tu amor creador y tu amor salvador; y te he dado palabra de servirte. En estos días que faltan para terminar los Ejercicios, lleno de agradecimiento, quiero recordar mis propósitos; plasmarlos en la reforma de mi vida, comenzar lleno de amor llevarlos a la realidad. Dame gracia estos días para contemplar tu Bondad divina, tu misma esencia, aunque sea un poquito, Señor, para amarte más, para quererte muchos más. ¡Señor, siempre contigo!
Quisiera, Señor, concretar estos Ejercicios en una vida mucho más perfecta. Y va a ser así porque aunque "nada soy, todo lo puedo en Aquel que me conforta". ¡Que desde ahora, Dios mío, lo obre todo en Ti!
Tú eres, Señor, amantísimo, misericordioso, justo, la misma Bondad. Eres digno de ser amado. ¡Te amo! ¡Virgen María, ayúdame a amarle! Señor, tu amor no tuvo principio ni tendrá fin. Abraza a todos los hombres, a toda la Creación; convertiste la Majestad Divina en criatura humana y a los hombres en hijos de Dios. Me lleno de amor agradecido a Ti. Porque además te poseo sacramentado para ser alimento, amigo y fortaleza. ¡Qué grande, ancho y profundo es tu amor! ¡Padre nuestro!
Está beneficiando continuamente a la humanidad: creación, redención, sacramentos, conservación, los dones particulares de tu Providencia a cada criatura. Todo esto es un acto de amor puro de Ti, amor de comunicación. A través de la creación se despliega tu Omnipotencia, tu Sabiduría, tu Misericordia y tu Bondad. Tú nos mas, Señor, y deseas ser amado por nosotros. Te devolver amor por amor.
Me encuentro en la presencia del Señor, envuelto en su amor. Él quiere darse del todo a mí. Yo quiero entregarme del todo a Él. Voy a contemplar el amor que Él me tiene y el amor que yo he de tenerle. Estoy delante de Él recibiendo beneficios y devolviéndole amor por amor. Me rodean los ángeles que interceden y me ayudan a devolver amor por amor. 

Mi mirada se dirige el corazón de Dios y a mi propio corazón. Dios - yo - relación amorosa. Estos dos amores van a ser objeto de esta larga contemplación que prácticamente va a llegar hasta el final de los Ejercicios. 
Señor, concédeme conocimiento interno de tanto bien que he recibido; que pretende hondo en la multitud de cuanto he recibido y en su valor. Tus beneficios me animan a considerar la grandeza de tu amor. Quiero ser agradecido. Quiero corresponder; y amarte con caridad perfecta; no solo con el sentimiento, también y sobre todo con obras de apostolado, de difusión del Evangelio.

Mi oración se eleva a Ti, Dios mío, con todo el fervor. He de ser agradecido. Gracias. He de corresponder a tu amor; ayúdame. A través de todos los Ejercicios veo tu amor creador y tu amor salvador; y te he dado palabra de servirte. En estos días que faltan para terminar los Ejercicios, lleno de agradecimiento, quiero recordar mis propósitos; plasmarlos en la reforma de mi vida, comenzar lleno de amor llevarlos a la realidad. Dame gracia estos días para contemplar tu Bondad divina, tu misma esencia, aunque sea un poquito, Señor, para amarte más, para quererte muchos más. ¡Señor, siempre contigo!

Quisiera, Señor, concretar estos Ejercicios en una vida mucho más perfecta. Y va a ser así porque aunque "nada soy, todo lo puedo en Aquel que me conforta". ¡Que desde ahora, Dios mío, lo obre todo en Ti!

Tú eres, Señor, amantísimo, misericordioso, justo, la misma Bondad. Eres digno de ser amado. ¡Te amo! ¡Virgen María, ayúdame a amarle! Señor, tu amor no tuvo principio ni tendrá fin. Abraza a todos los hombres, a toda la Creación; convertiste la Majestad Divina en criatura humana y a los hombres en hijos de Dios. Me lleno de amor agradecido a Ti. Porque además te poseo sacramentado para ser alimento, amigo y fortaleza. ¡Qué grande, ancho y profundo es tu amor! ¡Padre nuestro!

Está beneficiando continuamente a la humanidad: creación, redención, sacramentos, conservación, los dones particulares de tu Providencia a cada criatura. Todo esto es un acto de amor puro de Ti, amor de comunicación. A través de la creación se despliega tu Omnipotencia, tu Sabiduría, tu Misericordia y tu Bondad. Tú nos mas, Señor, y deseas ser amado por nosotros. Te devolver amor por amor.

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