martes, 27 de noviembre de 2012

"Venid a los pies de este altar: aquí se distribuirán las gracias!"



"La noche del 18 de julio de 1830, a eso de las 23'30, me oí llamar: "¡Sor Labouré, sor Labouré!" Desperté y miré el lado de donde venía la voz, y veo un niño vestido de blanco, de unos 4 a 5 años, que me dice: "VENGA A LA CAPILLA." Me levanté y guiada por el niño me fui a la capilla: la puerta se abrió apenas el niño la tocó con la mano. Sentada en un sillón, junto al altar, estaba la Virgen. Yo dudaba que fuese la Virgen. Pero el niño me dijo: "¡ESA ES LA SANTA VIRGEN!" Entonces la miré y di un salto hacia ella, arrodillándome a sus pies y poniendo las manos sobre sus rodillas. Me dijo:

"HIJA MíA, EL BUEN DIOS QUIERE ENCOMENDARTE UNA MISIÓN. TENDRÁS MUCHAS PENAS QUE SUPERARÁS, PENSANDO QUE LO HACES POR LA GLORIA DEL BUEN DIOS.

VENID A LOS PIES DE ESTE ALTAR: AQUÍ SE DISTRIBUIRÁN LAS GRACIAS A TODOS CUANTOS LAS PIDAN CON CONFIANZA Y FERVOR."


El día 27 de noviembre de 1830, a las 5'30 de la tarde, en medio de un profundo silencio, de nuevo la Virgen se le aparece a sor Catalina Labouré, al pie del mismo altar, de pie sobre la esfera del mundo a sus plantas con un globo en las manos, y le dijo:

""ESTE GLOBO QUE VES REPRESENTA EL MUNDO ENTERO Y CADA ALMA EN PARTICULAR."

La figura de la Santísima Virgen estaba llena de tanta belleza, que yo no podría describirla.

Advertí que sus dedos se llenaban de anillos y piedras preciosas, y los rayos de luz que de ellos salían se difundían por todas partes.

Se me dijo:

"ESTOS RAYOS DE LUZ SON EL SÍMBOLO DE LAS GRACIAS QUE LA SANTÍSIMA VIRGEN CONCEDE A TODOS LOS QUE SE LAS PIDEN."


Se formó un cuadro un poco ovalado alrededor de la Santísima Virgen con una inscripción con letras de oro que decía:

iOH MARÍA SIN PECADO CONCEBIDA, ROGAD POR NOSOTROS QUE RECURRIMOS A VOS!

"HAZ ACUÑAR UNA MEDALLA IGUAL A ESTE MODELO. TODAS LAS PERSONAS QUE LA LLEVEN CON CONFIANZA, COLGADA AL CUELLO, RECIBIRÁN GRANDES GRACIAS.""

En el reverso de la medalla debía colocarse la letra M y encima una cruz, añadiendo en la parte inferior dos corazones: uno coronado de espinas y otro traspasado por una espada. Símbolo de los corazones de Jesús y de María.

Una vez acuñada la medalla, y propagada profusamente, los acontecimientos dieron pruebas del origen divino de su mensaje.

Fuente: http://webcatolicodejavier.org/apariciones.html

domingo, 25 de noviembre de 2012

Recemos por nuestros sacerdotes:



Omnipotente y Eterno Dios: dígnate mirar el rostro de tu Cristo, Eterno y Sumo Sacerdote, y por amor a ÉL, ten piedad de tus sacerdotes.

Recuerda, oh Dios misericordioso, que no son sino débiles y frágiles criaturas. Mantén vivo en ellos el fuego de tu amor. Guárdalos junto a Ti, para que el enemigo no prevalezca contra ellos, y para que en ningún momento sean indignos de su sublime vocación.
  • ¡Oh Jesús!, te ruego por tus fieles y fervorosos sacerdotes;
  • por tus sacerdotes tibios e infieles;
  • por tus sacerdotes que trabajan cerca o en lejanas misiones;
  • por tus sacerdotes que sufren la tentación;
  • por tus sacerdotes que sufren soledad y desolación;
  • por tus sacerdotes jóvenes;
  • por tus sacerdotes ancianos;
  • por tus sacerdotes agonizantes;
  • por las almas de tus sacerdotes que padecen en el Purgatorio.

Pero sobre todo, te encomiendo a los sacerdotes que me son más queridos: al sacerdote que me bautizó, al que me absolvió de mis pecados; a los sacerdotes a cuyas Misas he asistido y que me dieron tu Cuerpo y Sangre en la Sagrada Comunión; a los sacerdotes que me enseñaron e instruyeron, me alentaron y aconsejaron; a todos los sacerdotes a quienes me liga una deuda de gratitud.

¡Oh Jesús!, guárdalos a todos junto a tu Corazón y concédeles abundantes bendiciones en el tiempo y la eternidad. Así sea.

*****
Roguemos al dueño de la mies que mande muchos y santos operarios a su mies.

sábado, 24 de noviembre de 2012

Actos de súplica



Te ruego, Jesús mío, que no me dejes, porque me perderé.
Que persevere siempre en tu amor.
Que estés siempre conmigo, sobre todo cuando esté en peligro de pecar, y en la hora de mi muerte.
Que no permitas que jamás me aparte de Ti.
Que sepa padecer con resignación por Ti.
Que no me preocupe sino de amarte.
Que ame también a mis prójimos.
Que ame mucho a los pecadores.
Que ame mucho a los pobres y a los enfermos.
Que ame mucho a las almas del Purgatorio. Que saque muchas almas del Purgatorio con mis obras, que te las ofrezco a este fin.
Que ampares a tu Iglesia.
Al romano Pontífice, tu Vicario visible en la tierra.
A los Prelados y a los Sacerdotes.
A los Religiosos y Religiosas.
A los que mandan en tu nombre.
A los que gobiernan nuestra nación
A nuestra querida patria.
A mis amados parientes y allegados.
Que pagues a mis bienhechores
Que favorezcas a los que ruegan por mí.
Que bendigas a los que me miren con indiferencia y no me quieran.
Que trabaje mucho por Ti hasta la muerte.
Que me concedas una muerte santa.
Que diga al morir: ¡Jesús, Jesús, Jesús!
Que me lleves al cielo cuando muera.
Amén.

H. ORZANCO (C.M.)


jueves, 22 de noviembre de 2012

Actos de gratitud


Oh Jesús, te doy rendidas gracias por los beneficios que me has dado.
Yo no sabré nunca contarlos sino en el cielo, y allí te los agradeceré eternamente.
Padre Celestial, te los agradezco por tu Santísimo Hijo Jesús.
Espíritu Santo que me inspiráis estos sentimientos, a Ti sea dado todo honor y toda gloria.
Jesús mío, te doy gracias sobre todo por haberme redimido.
Por haberme hecho cristiano mediante el Bautismo, cuyas promesas renuevo.
Por haberme dado por Madre a tu misma Madre.
Por haberme dado un grande amor a tan tierna Madre.
Por haberme dado por Protector a San José, tu Padre adoptivo.
Por haberme dado al Ángel de mi Guarda.
Por haberme conservado hasta ahora la vida para hacer penitencia.
Por tener estos deseos de amarte y de vivir y morir en tu gracia.

H. ORZANCO (C.M.)

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Actos de contrición



¡Jesús mío, misericordia! 

Jesús mío; te pido perdón por los muchos pecados que he cometido durante mi vida. 
Por los de mi niñez y adolescencia. 
Por los de mi juventud. 
Por los de mi edad adulta. 
Por los que conozco y no conozco. 
Por lo mucho que te he disgustado con ellos. 
Por lo mal que me he portado contigo. 
Siento mucho haberte ofendido. 
¡Perdóname, perdóname, perdóname! 
Perdóname según tu gran misericordia. 
Perdóname por lo ingrato que he sido para Ti. 
Perdóname y no quieras ya acordarte de mis pecados. 
Perdóname y limpia mi alma de toda basura e infidelidad. 
Perdóname y ten misericordia de este pobre pecador. 
Perdóname, porque estoy muy arrepentido. 
Perdóname, que quiero ser bueno en adelante con tu divina gracia. 
Perdóname y aparta tu rostro de mis ingratitudes. 
Perdóname, que me causan mucho miedo mis pecados. 
Perdóname, porque me reconozco pecador y reo. 
Perdóname, porque no obstante Tú sabes que te quiero mucho. 
Jesús, sé para mí Jesús. 

Madre mía, intercede por mí ante tu divino Hijo Jesús. 
¡Dulce Corazón de María, sé mi salvación! 


H. ORZANCO (C.M) 

martes, 20 de noviembre de 2012

Actos de caridad


Te amo, Jesús mío, y te amo con todas las veras y como a nadie.
Porque Tú me has amado infinitamente.
Porque Tú me has amado desde la eternidad.
Porque Tú has muerto para salvarme.
Porque Tú no has podido amar más.
Porque Tú me has hecho participante de tu divinidad y quieres que lo sea de tu gloria.
Porque Tú te entregas del todo a mi en la Comunión.
Porque Tú me das en manjar tu Cuerpo y en bebida tu Sangre.
Porque Tú estás siempre por mi amor en la Santa Eucaristía.
Porque Tú me recibes siempre en audiencia sin hacerme esperar.
Porque Tú eres mi mayor Amigo.
Porque Tú me llenas de tus dones.
Porque Tú me tratas siempre muy bien, a pesar de mis pecados e ingratitudes.
Porque Tú me has enseñado que Dios es Padre que me ama mucho.
Porque Tú me has dado por Madre a tu misma Madre.

¡Dulce Corazón de Jesús, haz que te ame cada día más y más!
Dulce Corazón de Jesús, sé mi amor.

Te amo por los que no te aman.
Te amo por los que nunca piensan en Ti.
Te amo por los que no te visitan.
Te amo por los que te ofenden e injurian.
¡Que pena por esto!

Te amo y te digo con aquel tu siervo:
¡Oh Jesús, yo me entrego a Ti para unirme al amor eterno, inmenso e infinito que tienes a tu Padre celestial! ¡Oh Padre adorable! Te ofrezco el amor eterno, inmenso e infinito de tu amado Hijo Jesús, como mío que es. Te amo cuando tu Hijo te ama. (S. Juan Eudes). 

lunes, 19 de noviembre de 2012

Saludemos a María Santísima:

Foto: Saludemos a María:

Santa María, Madre de Dios,
conservadme un corazón de niño,
puro y cristalino como una fuente.
Dadme un corazón sencillo
que no saboree las tristezas;
un corazón grande para entregarse,
tierno en la compasión;
un corazón fiel y generoso
que no olvide ningún bien
ni guarde rencor por ningún mal.

Formadme un corazón manso y humilde,
amante sin exigir retorno,
gozoso al desaparecer en otro corazón
ante vuestro divino Hijo;
un corazón grande e indomable,
que con ninguna ingratitud se cierre,
que con ninguna indiferencia se canse;
un corazón atormentado por la gloria de Jesucristo,
herido de su amor con herida que sólo se cure en el cielo.

Santa María, Madre de Dios,
conservadme un corazón de niño,
puro y cristalino como una fuente.
Dadme un corazón sencillo
que no saboree las tristezas;
un corazón grande para entregarse,
tierno en la compasión;
un corazón fiel y generoso
que no olvide ningún bien
ni guarde rencor por ningún mal.

Formadme un corazón manso y humilde,
amante sin exigir retorno,
gozoso al desaparecer en otro corazón
ante vuestro divino Hijo;
un corazón grande e indomable,
que con ninguna ingratitud se cierre,
que con ninguna indiferencia se canse;
un corazón atormentado por la gloria de Jesucristo,
herido de su amor con herida que sólo se cure en el cielo.

domingo, 18 de noviembre de 2012

Súplicas a Jesús Sacramentado a favor del Clero



A nuestro Santísimo Padre,
        Envuélvelo en tu gracia, Señor.
A los Cardenales y Delegados,
        Envíales tu luz, Señor.
A los Sacerdotes Párrocos,
        Dales acierto, Señor.
A los Vicarios y Colaboradores,
        Guíalos, Señor.
A los Sacerdotes Misioneros,
        Protégelos, Señor.
A los Sacerdotes predicadores,
        Ilumínalos, Señor.
A los Sacerdotes Directores de almas,
        Instrúyelos, Señor.
A los Sacerdotes Religiosos,
        Hazlos perfectos, Señor.
A los Sacerdotes de Seminarios,
        Dales tu ciencia, Señor.
A los Sacerdotes en peligro,
        Líbralos, Señor.
A los Sacerdotes tentados,
        Dales el triunfo, Señor.
A los Sacerdotes en pecado,
        Dales tu gracia, Señor.
A los Sacerdotes celosos,
        Ayúdales, Señor.
A los Sacerdotes pobres,
        Socórrelos, Señor.
A los Sacerdotes débiles,
        Fortalécelos, Señor.
A los Sacerdotes turbados,
        Dales la paz, Señor.
A los Sacerdotes aislados,
        Acompáñalos, Señor.
A los Sacerdotes atados a las cosas de la tierra,
        Rompe sus cadenas, Señor.
A los Sacerdotes enfermos,
        Sánalos, Señor.
A los Sacerdotes ancianos,
        Sostenlos, Señor.
A los Sacerdotes difuntos,
        Dales la gloria, Señor.
De toda la Iglesia militante y purgante,
        Apiádate, Señor. Amén.

(Recítese ante el Santísimo expuesto o ante el Sagrario, para que el Señor dé a su Iglesia abundantes Sacerdotes Santos).

sábado, 17 de noviembre de 2012

Enamórate del Señor




Enamórate, nada puede importar más que encontrar a Dios, 
es decir, enamorarse de Él de una manera definitiva y absoluta.
Aquello de lo que te enamoras atrapa tu imaginación 
y acaba por ir dejando su huella en todo.
Será lo que decida qué es lo que te saca de la cama en la mañana,
qué haces con tus atardeceres, en qué empleas tus fines de semana,
Lo que lees, lo que conoces, lo que rompe tu corazón,
y lo que te sobrecoge de alegría y gratitud.
¡Enamórate! Permanece en el amor. 
Todo será de otra manera.

jueves, 15 de noviembre de 2012

Oración de Santa Teresita por los Sacerdotes



¡Oh Jesús, Eterno Sacerdote! Guarda a tus sacerdotes al abrigo de tu Corazón. Guarda sin manchas sus manos consagradas que diariamente tocan tu santo Cuerpo, y limpios sus labios teñidos con tu preciosa Sangre.

Guarda puros sus corazones, marcados con el sello sublime del Sacerdocio, y no permitas que el espíritu del mundo los contamine. 

Bendice sus tareas apostólicas con abundantes frutos  y haz que el fruto de sus desvelos sea la salvación de muchas almas, que serán su consuelo aquí y su corona eterna. Amén.

Santa Teresita

miércoles, 14 de noviembre de 2012

Dulce Madre, no te alejes


Dulce Madre, no te alejes, tu vista de mí no apartes.
Ven conmigo a todas partes y nunca solo me dejes.
Ya que me proteges tanto como verdadera Madre,
Haz que me bendiga el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
Amén. 


martes, 13 de noviembre de 2012

Haz el bien...


"No os agobiéis buscando las causas de los grandes problemas de la humanidad; contentaos con hacer lo que podáis para resolverlos ayudando a los que lo necesitan. Algunos me dicen que haciendo caridad a los demás quitam
os las responsabilidades que los Estados tienen hacia los necesitados y pobres. Esto no me preocupa en absoluto, porque, por lo general, no es el amor lo que ofrecen los Estados. Hago sencillamente lo que debo hacer, el resto no me compete.

¡Dios ha sido tan bueno con nosotras! Trabajar en el amor es siempre un medio para unirnos a Él. ¡Fijaos en lo que Cristo ha hecho durante su vida terrenal! 'Pasó haciendo el bien'. Les recuerdo a mis hermanas que pasó tres años de su vida pública curando enfermos, leprosos, niños y otros. Es exactamente lo que hacemos nosotras predicando el Evangelio a través de nuestras acciones. Consideramos un privilegio el hecho de poder servir a los demás e intentamos a cada instante hacerlo con todo nuestro corazón. Sabemos bien que nuestra acción no es más que una pequeña gota de agua caída en el océano; pero sin nuestra acción, faltaría esa gota".


Beata Teresa de Calcuta

lunes, 12 de noviembre de 2012

Actos de esperanza



Espero en Ti, Jesús mío, porque eres mi Dios y me has creado para el cielo.
Espero en Ti, porque eres mi Padre. Todo lo he recibido de tu bondad. Sólo lo malo es mío.
Espero en Ti, porque eres mi Redentor.
Espero en Ti, porque eres mi Hermano y me has comunicado tu filiación divina.
Espero en Ti, porque eres mi Abogado que me defiendes ante el Padre.
Espero en Ti, porque eres mi Intercesor constante en la Eucaristía.
Espero en Ti, porque has conquistado el cielo con tu Pasión y muerte.
Espero en Ti, porque reparas mis deudas.
Espero en Ti, porque eres el verdadero Tesoro de las almas.
Espero en Ti, porque eres tan bueno que me mandas que confíe en Ti bajo pena de condenación eterna.
Espero en Ti, porque siempre me atiendes, y me consuelas, y nunca has defraudado mi esperanza.
¡Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío!

sábado, 10 de noviembre de 2012

Actos de fe


Creo, Jesús mío, que eres el Hijo de Dios vivo que has venido a salvarnos.
Creo que estás presente en el augusto Sacramento del Altar.
Creo que estás, por mi amor, en el Sagrario noche y día.
Creo que has de permanecer con nosotros hasta que se acabe el mundo.
Creo que bendices a los que te visitan, y que atiendes los ruegos de tus adoradores.
Creo que eres el viático de los moribundos que te aman para llevarlos al cielo.
Creo en Ti, y creo por los que no creen.

Cómo sacar provecho de la confesión



"Deseo decir tres palabras al alma que desea decididamente tender hacia la santidad y obtener frutos, es decir, provecho de la confesión.

La primera, total 
sinceridad y apertura. El más santo y más sabio confesor no puede infundir por la fuerza en el alma lo que él desea si el alma no es sincera y abierta. El alma insincera, cerrada se expone a un gran peligro en la vida espiritual y el Señor Jesús Mismo no se ofrece a tal alma de modo superior, porque sabe que ella no sacaría ningún provecho de estas gracias particulares.

La segunda palabra, la humildad. El alma no saca el debido provecho del sacramento de la confesión si no es humilde. La soberbia mantiene al alma en la oscuridad. Ella no sabe y no quiere penetrar exactamente en lo profundo de su miseria, se enmascara y evita todo lo que la debería sanar.


La tercera palabra es la obediencia. El alma desobediente no conseguirá ninguna victoria, aunque el Señor Jesús Mismo la confiese directamente. El más experto confesor no ayudará nada a tal alma. El alma desobediente se expone a gran peligro y no progresará nada en la perfección y no se defenderá en la vida espiritual. Dios colma generosamente con gracias al alma, pero al alma obediente."


Santa Fautina Kowalska. Diario n° 113

viernes, 9 de noviembre de 2012

La oración es la elevación de nuestro corazón a Dios


Foto: APRENDIENDO A ORAR

1. "La oración es la elevación de nuestro corazón a Dios, una dulce conversación entre la criatura y su Criador". (Sermón sobre la oración).

2. "Con la oración todo lo podéis, sois dueños, por decirlo así, del querer de Dios". (Sermón sobre la perseverancia).

3. "La oración abre los ojos del alma, le hace sentir la magnitud de su miseria, la necesidad de recurrir a Dios y de temer su propia debilidad". (Sermón sobre la oración).

4. "Todos los males que nos agobian en la tierra vienen precisamente de que no oramos o lo hacemos mal". (Sermón sobre la oración).

5. "Todos los santos comenzaron su conversión por la oración y por ella perseveraron; y todos los condenados se perdieron por su negligencia en la oración. Digo, pues, que la oración nos es absolutamente necesaria para perseverar". (Sermón sobre la perseverancia).

6. "¡Cuántas veces venimos a la iglesia sin saber a qué venimos ni qué queremos pedir! Sin embargo, cuando se va a casa de cualquiera, se sabe muy bien por qué uno se dirige a ella. Los hay que parecen decirle a Dios: «Vengo a decirte dos palabras para cumplir contigo...». Con frecuencia pienso que, cuando venimos a adorar a nuestro Señor, conseguiríamos todo lo que quisiéramos, con tal de pedirle con fe viva y un corazón puro". (Sobre la oración).

7. "Nuestras oraciones han de ser hechas con confianza, y con una esperanza firme de que Dios puede y quiere concedernos lo que le pedimos, mientras se lo supliquemos debidamente". (Sermón sobre la oración).

8. "Hemos de orar con frecuencia, pero debemos redoblar nuestras oraciones en las horas de prueba, en los momentos en que sentimos el ataque de la tentación". (Sermón sobre la oración).

9.Por muchas que sean las penas que experimentemos, si oramos, tendremos la dicha de soportarlas enteramente resignados a la voluntad de Dios; y por violentas que sean las tentaciones, si recurrimos a la oración, las dominaremos (Sermón sobre la oración).

10. "La tercera condición que debe reunir la oración para ser agradable a Dios, es la perseverancia. Vemos muchas veces que el Señor no nos concede enseguida lo que pedimos; esto lo hace para que lo deseemos con más ardor, o para que apreciemos mejor lo que vale. Tal retraso no es una negativa, sino una prueba que nos dispone a recibir más abundantemente lo que pedimos". (Sermón sobre la oración).

Santo Cura de Ars.

1. "La oración es la elevación de nuestro corazón a Dios, una dulce conversación entre la criatura y su Criador". (Sermón sobre la oración).

2. "Con la oración todo lo podéis, sois dueños, por decirlo así, del querer de
 Dios". (Sermón sobre la perseverancia).

3. "La oración abre los ojos del alma, le hace sentir la magnitud de su miseria, la necesidad de recurrir a Dios y de temer su propia debilidad". (Sermón sobre la oración).

4. "Todos los males que nos agobian en la tierra vienen precisamente de que no oramos o lo hacemos mal". (Sermón sobre la oración).

5. "Todos los santos comenzaron su conversión por la oración y por ella perseveraron; y todos los condenados se perdieron por su negligencia en la oración. Digo, pues, que la oración nos es absolutamente necesaria para perseverar". (Sermón sobre la perseverancia).

6. "¡Cuántas veces venimos a la iglesia sin saber a qué venimos ni qué queremos pedir! Sin embargo, cuando se va a casa de cualquiera, se sabe muy bien por qué uno se dirige a ella. Los hay que parecen decirle a Dios: «Vengo a decirte dos palabras para cumplir contigo...». Con frecuencia pienso que, cuando venimos a adorar a nuestro Señor, conseguiríamos todo lo que quisiéramos, con tal de pedirle con fe viva y un corazón puro". (Sobre la oración).

7. "Nuestras oraciones han de ser hechas con confianza, y con una esperanza firme de que Dios puede y quiere concedernos lo que le pedimos, mientras se lo supliquemos debidamente". (Sermón sobre la oración).

8. "Hemos de orar con frecuencia, pero debemos redoblar nuestras oraciones en las horas de prueba, en los momentos en que sentimos el ataque de la tentación". (Sermón sobre la oración).

9.Por muchas que sean las penas que experimentemos, si oramos, tendremos la dicha de soportarlas enteramente resignados a la voluntad de Dios; y por violentas que sean las tentaciones, si recurrimos a la oración, las dominaremos (Sermón sobre la oración).

10. "La tercera condición que debe reunir la oración para ser agradable a Dios, es la perseverancia. Vemos muchas veces que el Señor no nos concede enseguida lo que pedimos; esto lo hace para que lo deseemos con más ardor, o para que apreciemos mejor lo que vale. Tal retraso no es una negativa, sino una prueba que nos dispone a recibir más abundantemente lo que pedimos". (Sermón sobre la oración).

Santo Cura de Ars.

miércoles, 7 de noviembre de 2012

La Santa Misa

Foto: Feliz domingo!!!! QDTB!!!!!

Se necesitaría una eternidad para prepararse la Santa Misa, otra para celebrarla y otra para dar gracias.

San Juan Eudes

martes, 6 de noviembre de 2012

Actos de adoración a Jesús Sacramentado


Vengo, Jesús mío, a visitarte. 
Te adoro en el sacramento de tu amor. 
Te adoro en todos los sagrarios del mundo. 
Te adoro, sobre todo, en donde estás más abandonado y eres más ofendido. 
Te ofrezco todos los actos de adoración que has recibido desde la institución de este Sacramento y recibirás hasta el fin de los siglos. 
Te ofrezco principalmente las adoraciones de tu Santa Madre, de San Juan, tu discípulo amado, y de las almas más enamoradas de la Eucaristía. 

Gloria al Padre, gloria al Hijo, gloria al Espíritu Santo. 

Ángel de mi guarda, ve y visita en mi nombre todos los sagrarios del mundo. 
Di a Jesús cosas que yo no sé decirle, y pídele su bendición para mí. Amén.

lunes, 5 de noviembre de 2012

La calumnia

 
1150 Hoy tuve un gran disgusto de parte de cierta persona seglar. A base de una cosa verdadera ha contado muchas cosas inventadas, pero como todas esas cosas han sido tomadas por verdaderas y difundidas por toda la casa, cuando han llegado a mis oídos se me oprimió el corazón. ¿Cómo es posible abusar de la bondad de uno? Pero he decidido no decir ni una palabra en mi defensa y a esa persona manifestarle aún mas bondad. Pero me di cuenta de que tenia pocas fuerzas para soportarlo tranquilamente, dado que el asunto se prolongaba por semanas. Al ver que la tempestad estaba por desencadenarse y que el viento empezaba a tirar la arena directamente contra los ojos, he ido delante del Santisimo Sacramento y he dicho al Señor Jesús: Jesús, Te pido fuerza de Tu gracia actual cooperante, porque siento que no tengo fuerzas para esta lucha. Protégeme con Tu pecho.

De repente oí estas palabras: No tengas miedo, Yo estoy contigo. Al alejarme del altar una fortaleza y una tranquilidad misteriosas envolvieron mi alma y la tempestad que azotaba golpeó contra mi alma como contra una roca y la espuma de la tempestad cayó sobre aquellos que la habian provocado. Oh, qué bueno es el Señor que pagará a todos según sus obras….. Que cada alma implore para si la ayuda de la gracia actual cooperante, ya que a veces la gracia ordinaria no es suficiente.

1151    (41)        + Cuando el dolor se adueña de toda mi alma
                Y el horizonte oscurece como la noche,
                Y el corazón esta desgarrado por la tortura de la tribulacion,
                Oh Jesús crucificado, Tú eres mi fuerza.

    Cuando el alma ofuscada por el dolor,
    Se esfuerza y lucha sin respiro,
    Y el corazón agoniza en la amargura de la angustia,
    Oh Jesús crucificado, esperanza de mi salvacion.

                Y asi pasa dia tras dia,
                Y el alma se hunde en un mar de amargura,
                Y el corazón se diluye en lagrimas,
                Oh Jesús crucificado, Tú me iluminas como la aurora.

    Y cuando el caliz de amargura ya rebosa,
    Y todo conspira contra ella,
    Y el alma vive momentos de Getsemaní,
    Oh Jesús crucificado, en Ti tengo mi defensa.

                Cuando el alma consciente de su inocencia
                Acepta de Dios estas pruebas,
                Entonces el corazón es capaz de compensar
                Las molestias con el amor,
                Oh Jesús crucificado, cambia mi debilidad
                En omnipotencia.

1152    No es cosa facil soportar alegremente los sufrimientos y sobre todo los no merecidos. La naturaleza corrupta se rebela y aunque la voluntad y el intelecto están por encima del sufrimiento siendo capaces de hacer el bien a aquellos que les hacen sufrir, sin embargo el sentimiento hace mucho ruido y como un espiritu inquieto asalta la voluntad y el intelecto, pero al ver que nada puede hacer por si solo, se calma y se somete al intelecto y a la voluntad. Como una fealdad irrumpe en lo íntimo, y hace mucho ruido al quererlo sólo escuchar cuando no está atado corto por la voluntad y el intelecto.

Fuente: Diario de Santa Faustina, n. 1150-1152

sábado, 3 de noviembre de 2012

Indulgencia



13 - Visita al cementerio

Al fiel cristiano que visite piadosamente un cementerio y que en su mente ore por los difuntos, se le concede indulgencia, aplicable sólo a las almas del Purgatorio; desde el día 1 hasta el 8 de noviembre todos los días plenaria; los demás días del año será parcial.

67 - Visita a una iglesia u oratorio en la Conmemoración de todos los fieles difuntos

Se concede indulgencia plenaria, aplicable sólo a las almas del purgatorio, a los fieles cristianos que, el día en que se celebra la Conmemoración de todos los fieles difuntos, visiten piadosamente una iglesia u oratorio.

Dicha indulgencia podrá ganarse, o en el día antes indicado, o con el consentimiento del Ordinario, el domingo anterior o posterior, o en la solemnidad de Todos los Santos.


La mencionada indulgencia ya está incluida en la Constitución apostólica Indulgentiarum doctrina, Norma 15; aquí se han tenido en cuenta los deseos hasta ahora manifestados a la Sagrada Penitenciaría.


En esta piadosa visita, de acuerdo con la Norma 16 de la misma Constitución apostólica,' se reza la oración del Señor y el símbolo de la fe (Padrenuestro y Credo).

23. § 1. Para ganar una indulgencia plenaria, además de la exclusión de todo afecto a cualquier pecado, incluso venial, se requiere la ejecución de la obra enriquecida con indulgencia y el cumplimiento de tres condiciones, que son: la confesión sacramental, la comunión eucarística y la oración por las intenciones del Sumo Pontífice.

§ 2. Con una sola confesión sacramental, pueden ganarse varias indulgencias plenarias; en cambio, con una sola comunión eucarística y una oración por las intenciones del Sumo Pontífice sólo se gana una indulgencia plenaria.


§ 3 Las tres condiciones pueden cumplirse unos días antes o después de la ejecución de la obra prescrita: pero conviene que la comunión y la oración por las intenciones del Sumo Pontífice se realicen el mismo día en que se cumple la obra.

Fuente: Manual de Indulgencias 


viernes, 2 de noviembre de 2012

Oración de súplica


Foto: APRENDIENDO A ORAR

"¡Oh almas que ya gozáis sin temor de vuestro gozo y estáis siempre embebidas en alabanzas de mi Dios! Venturosa fue vuestra suerte. Qué gran razón tenéis de ocuparos siempre en estas alabanzas y qué envidia os tiene mi alma, que estáis ya libres del dolor que dan las ofensas tan graves que en estos desventurados tiempos se hacen a mi Dios, y de ver tanto desagradecimiento, y de ver que no se quiere ver esta multitud de almas que lleva Satanás.

¡Oh bienaventuradas almas celestiales! Ayudad a nuestra miseria y sednos intercesores ante la divina misericordia, para que nos dé algo de vuestro gozo y reparta con nosotras de ese claro conocimiento que tenéis.

Dadnos, Dios mío, Vos a entender qué es lo que se da a los que pelean varonilmente en este sueño de esta misrable vida. Alcanzadnos, oh ánimas amadoras, a entender el gozo que os da ver la eternidad de vuestros gozos, y cómo es cosa tan deleitosa ver cierto que no se han de acabar...

¡Oh ánimas bienaventuradas, que tan bien os supisteis aprovechar, y comprar heredad tan deleitosa y permaneciente con este precioso precio!, decidnos: ¿cómo granjeabais con él bien tan sin fin? Ayudadnos, pues estáis tan cerca de la fuente: coged agua para los que acá perecemos de sed".

Sta Teresa de Jesús, doctora de la Iglesia.

"Oh Señor y Creador del universo y especialmente del hombre, creado a tu imagen; Dios de los hombres, Padre, Señor de la vida y de la muerte; Tú conservas y colmas de beneficios nuestras almas; Tú los acabas y transformas todo con la obra de tu Verbo, en la hora establecida y según la disposición de tu sabiduría; acoge hoy a nuestros hermanos difuntos como a las primicias de nuestra peregrinación...

Ojalá nos acojas también a nosotros, en el momento que te plazca, después de habernos guiado y mantenido en la carne, el tiempo que te parezca útil y saludable. Ojalá nos acojas preparados por tu temor, sin turbación y sin vacilación, en el último día. Haz que no dejemos con pena las cosas de la tierra, como acaece a los que están demasiado asidos al mundo y a la carne; haz que nos dirijamos resueltos y felices hacia la vida perenne y bienaventurada, que se halla en Cristo Jesús, Señor nuestro, de quien es la gloria por los siglos de los siglos. Amén".

San Gregorio Nazianceno, doctor de la Iglesia.
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