"Los devotos inconstantes son los que honran a la Santísima Virgen a intervalos y como a saltos. Ahora fervorosos, ahora tibios... En un momento parecen dispuestos a emprenderlo todo por su servicio, poco después ya no son los mismos. Abrazan de momento todas las devociones a la Santísima Virgen y se inscriben en todas las cofradías, pero luego no cumplen sus normas con fidelidad. Cambian como la luna. Y María los coloca debajo de sus pies junto a la medialuna, porque son volubles e indignos de ser contados entre los servidores de esta Virgen fiel, que se distingue por la fidelidad y la constancia.
Más vale no recargarse con tantas oraciones y prácticas devotas y hacer menos pero con amor y fidelidad, a pesar del mundo, del demonio y de la carne."
Fuente: San Luis María Grignion de Montfort. Tratado de la Verdadera Devoción a la Santísima Virgen María.
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