¡Oh Jesús, Eterno Sacerdote! Guarda a tus
sacerdotes al abrigo de tu Corazón. Guarda sin manchas sus manos consagradas
que diariamente tocan tu santo Cuerpo, y limpios sus labios teñidos con tu
preciosa Sangre.
Guarda
puros sus corazones, marcados con el sello sublime del Sacerdocio, y no
permitas que el espíritu del mundo los contamine.
Bendice sus tareas apostólicas con abundantes frutos y haz que el fruto de sus desvelos sea la salvación de muchas almas, que serán su consuelo aquí y su corona eterna. Amén.
Santa Teresita
Muchas gracias Ana por compartir todas tus cosas santasy yo urgente las distribuyo.Un abrazo y bendiciones Miriam
ResponderEliminarGracias a ti Miriam!! Un fuerte abrazo!! Bendiciones.
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